Hace ya casi dos décadas, y parece que fue ayer, cuando aparecieron en el mercado cannábico las semillas de marihuana feminizadas. Fue toda una revolución ya que aunque al principio los cultivadores estaban en contra de cambiar sus métodos de trabajo y cultivo, rápidamente se dieron cuenta de que estas semillas suponían toda una ventaja para el cultivador, ya que reducía costes en diferentes procesos del cultivo. El cultivador sabe que el 99% serán hembras, ya que hemos alcanzado niveles altísimos de estabilización.
Hoy en día son las semillas más utilizadas en todo el mundo para el cultivo de cannabis. Después de más de veinte años de trabajo y estudio, hemos conseguido la perfección en estas semillas, combinando una mayor calidad, tanto en el sabor como en los efectos, con una mayor cantidad de producto cosechado.